En las próximas entradas voy a hablaros de un Sistema de Filosofía de Vida Oriental que, aunque subliminarmente ya se aprecia a lo largo de algunas de las entradas que voy publicando, no quiero dejar pasar la oportunidad de hablaros sobre el mismo con detalle. Se trata de El Taoísmo.
Como fuente bibliográfica me he basado en uno de mis libros favoritos, titulado "El poder del TAO", escrito por el filósofo canadiense Lou Marinoff, el cual es profesor y catedrático de filosofía en el City College de Nueva York.
En este libro el autor habla sobre cómo hallar la serenidad en tiempos de cambio, lo que considero de plena vigencia actualmente, al encontrarnos inmersos en una sociedad en continuo cambio y, por lo tanto, incertidumbre, pues para el TAO lo único cierto es el cambio, todo lo demás es incierto.
En torno al año 500 a.C., el filósofo chino Lao Tzu, también llamado Lao Tsé (viejo maestro) escribió el librito original que por medio de poemas, contiene la esencia del TAO, titulado Tao Te Ching, que significa "El Camino y su Poder".
"Todas las cosas grandes del mundo comienzan siendo pequeñas...
Un viaje de mil kilómetros comienza cuando das el primer paso".
Tao Te Ching, poema 22
Primera lección del TAO: si quieres alcanzar la felicidad suprema, presta atención a los deleites más pequeños.
El TAO no es una divinidad que vela por nosotros, sino más bien una senda que podemos seguir, sus fundamentos:
- Complementariedad: El Ying y el Yang, ambas mitades se combinan para formar un todo equilibrado, implica integridad y completitud.
- Armonía: la armonía se alcanza equilibrando la diversidad, no imponiendo una uniformidad.
- Cambio: todo cambia. Al actuar de acuerdo con el TAO, movilizas poderosas fuerzas que te ayudan a sacar el mejor partido del cambio.
El TAO está orientado hacia la prevención, pues dice que: "En los deportes, el amor, los litigios y la guerra, la defensa es mucho menos costosa que el ataque".
Si sabes cómo regular la respiración, también sabes cómo regular tu cuerpo, tu mente y tu vida. Porque la respiración regulada abre canales por los que puede fluir la fuerza vital. La serenidad emana del centro del ser: La felicidad duradera emana de tu estado mental, no de los órganos de tu cuerpo, siendo el primer paso hacia el bienestar el reconocimiento del problema. ¿Ante quién? Ante uno mismo. Si quieres ser feliz, dice Lao Tzu, líbrate por completo de tu ego, Él es la causa de tu infelicidad, no el remedio. Un ego hinchado se manifiesta como un yo arrogante y desagradable que conduce a la infelicidad de uno mismo y de los demás. Un ego desinflado se manifiesta como un yo modesto, humilde y agradable que conduce a la felicidad.
Si sabes cómo regular la respiración, también sabes cómo regular tu cuerpo, tu mente y tu vida. Porque la respiración regulada abre canales por los que puede fluir la fuerza vital. La serenidad emana del centro del ser: La felicidad duradera emana de tu estado mental, no de los órganos de tu cuerpo, siendo el primer paso hacia el bienestar el reconocimiento del problema. ¿Ante quién? Ante uno mismo. Si quieres ser feliz, dice Lao Tzu, líbrate por completo de tu ego, Él es la causa de tu infelicidad, no el remedio. Un ego hinchado se manifiesta como un yo arrogante y desagradable que conduce a la infelicidad de uno mismo y de los demás. Un ego desinflado se manifiesta como un yo modesto, humilde y agradable que conduce a la felicidad.
Una de las claves de la felicidad y de la serenidad es la simplicidad, seamos más felices reduciendo las complejidades innecesarias de nuestra vida. Lao Tzu advierte que la senda hacia la felicidad está pavimentada por la restricción del egoísmo y la reducción del deseo.
Ahora os dejo con un ejemplo antagónico de distintas formas de ver una misma cosa o hecho. Si pidiéramos a Platón, (427-347 a. C.) filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. que definiera una escultura perfecta, diría que es aquella que captura la esencia de lo que se ha esculpido. Sin embargo, Lao Tzu diría que ésta es el Bloque Intacto.
Para Platón, la perfección es la actualización de una cosa en detrimento de las demás. Para Lao Tzu, la perfección es la ilimitada posibilidad de actualizar cualquier cosa.
Si despiertas por la mañana y ves el día que tienes por delante con temor, inquietud, ansiedad, inseguridad o renuncia es porque has permitido que sea moldeado, dándole una forma distorsionada o desagradable, aún antes de que comience. Si, por el contrario, practicas el arte taoísta de contemplar cada día (e incluso cada momento) como un Bloque Intacto, siempre serás feliz al despertar por la mañana, pues tendrás el entusiasmo de un niño y equilibrarás la sobriedad requerida para cumplir con las obligaciones que trae aparejadas ser adulto.
¡AHORA, TÚ DECIDES!
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Bonita manera de estar abiert@s a lo que vayamos viviendo!
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