LA FELICIDAD DESDE LA SOCIOLOGÍA

 
     La Felicidad de una persona desde un enfoque Sociológico hay que estudiarla, por un lado encuadrándola dentro de un determinado momento histórico, así como dentro de una sociedad y cultura concretas, esto es, que va a estar influenciada en mayor o menor grado por lo social, a saber, por el entorno en el que viva esa persona, así como con las interacciones sociales que ésta establezca con su círculo más próximo (familiares, amigos, etc.); pero por otro lado, y este quizás sea el más importante, la felicidad a su vez es un fenómeno muy subjetivo.

     Centrando ahora el tema en las sociedades capitalistas desarrolladas, decir que éstas se presentan al mundo y a los individuos como "modelo de felicidad", pues una vez cubiertas en ellas, al menos para la gran mayoría de la población, las necesidades básicas de alimentos, vestido y techo, se desarrollan las sociedades de consumo en su máxima expresión, las cuales muestran publicidad de infinidad de artículos, de vacaciones de ensueño que "cualquiera puede disfrutar", y es más, que relacionan todo esto con la felicidad, "cómprate este coche y serás un hombre o mujer de éxito", "toma estos alimentos y te mantendrás joven eternamente", etc, etc. 

    

      Pero a poco que nos paremos a pensar, nos damos cuenta que al relacionar la felicidad con este tipo de cosas externas a nosotros, estos modelos sociales lo que estan creando o pretenden crear en cada individuo son "nuevas necesidades", esto es, el "deseo" de poseer más, lo más nuevo, lo último. Relacionando la felicidad con estas necesidades lo que se está creando en las personas no es otra cosa que sentimientos de "insatisfacción, malestar y angustia", y es aquí donde se encuentra el Gran Sesgo de esta sociedad de consumo, pues por un lado da una imágen de felicidad, prosperidad y bienestar, pero por otro los individuos, si se dejan influenciar por la misma, al no poder saciar todos estos "deseos o necesidades nuevas", sucumbirán ante la insatisfacción y la infelicidad. Nos encontramos por tanto ante una "Sociedad Hipócrita".

     Una consecuencia de lo explicado anteriormente bien podría ser el hecho de que en estas "sociedades desarrolladas", panaceas de la felicidad, en pleno siglo XXI lo que más crezca o abunden sean las distintas terápias a las que las personas, cada vez en mayor número, acudimos, sean terápias de relajación, meditación, yoga, etc., así como el aumento en las ventas de los denominados "libros de autoayuda".

      Es curioso que al final, quizás lo que las personas necesitemos no sea otra cosa que mirar hacia nuestro interior, conectar de nuevo con la naturaleza. De ahí que actualmente este tan de moda, y no sin razón, el "Carpe diem", término de origen latino que se atribuye al poeta lírico y satírico romano Quinto Horacio Flaco (siglo I a.C.), que vino a utilizar la siguiente expresión "Carpe diem quam minimum credula postero", que en español significa "aprovecha cada día, no te fíes del mañana".

          ¡¡¡PROCUDAD SER FELICES!!! 


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