PODER Y DESTRUCCIÓN

 "El hombre es un lobo para el hombre"

- Thomas Hobbes, filósofo inglés -

 

     ¿Cuál es el máximo depredador para el hombre? El propio hombre.

     ¿Y para la Naturaleza? Igualmente el hombre.

     Bien sea por ambición exagerada, por ganas de poder o simplemente por necesidad de dominar y someter a sus semejantes, hay determinados "seres" (por llamarlos de alguna manera) a los que no les importará nada a la hora de lograr sus "objetivos o ambiciones personales", capaces de aplastar a quienes se interpongan en su camino con una brutalidad sin límites, incluso poniendo en peligro a toda la Humanidad.

     Y lo más peligroso se da cuando estas "personas" logran alcanzar puestos de influencia, como las Jefaturas o Presidencias de los Estados y gobiernos de sus respectivos países, que es cuando su poder de dominación, control y acción adquieren su máxima expresión.

     Lo peor, que cada vez son más las "personas" con este perfil que llegan a ocupar esos cargos o puestos, llamados de "responsabilidad y gobierno" y para los que la palabra negociación deja de tener sentido en el momento que no satisface sus peticiones y pretensiones.

     Toda nuestra Historia está salpicada de guerras, exterminios, invasiones y destrucción, y parece que esto no vaya a cambiar nunca, salvo que lleguemos al punto de la autodestrucción total, o bien a que sea la propia Naturaleza la que nos acabe por exterminar.

 

     Que lo que digo es pesimista, puede ser, más también creo que, por desgracia, es una realidad.

     Tiempos convulsos los que vivimos y un futuro incierto para las generaciones futuras es el que se vislumbra en el horizonte.

ACEPTAR PARA AVANZAR

     Siguiendo a la psiquiatra suiza-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, en todo "duelo" la aceptación es la última fase, después de la negación, la ira, la negociación y la depresión.

     Pero el que sea la última fase no significa que sea la peor, sino todo lo contrario, pues es aquella que permite que asumamos lo ocurrido. La aceptación supone por tanto un "renacer", una "vuelta a la vida".

     Por lo anterior, y trasladando esto a las diferentes esferas de nuestra vida, ya se trate de un "fracaso personal, familiar, profesional, espiritual, sentimental, etc.", es imprescindible que recordemos que la aceptación de aquello que nos ocurra será la antesala de su superación, permitiéndonos con ello avanzar y continuar con nuestras vidas siendo capaces de mirar hacia delante nuevamente con ilusión y optimismo, pensando que todo mejorará.

     Sin lugar a dudas, es más fácil que aceptemos el éxito a que aceptemos el fracaso, pero de igual modo hemos de tener presente que el éxito puede ser arrollador y difícil de gestionar, por tanto al igual que el fracaso, requerirá un esfuerzo por nuestra parte para aceptarlo, asumir la nueva situación que nos ocasionará y de este modo lograr que no nos sobrepase.

     Ante el desequilibrio ocasionado en nuestra vida, sea éste debido tanto al "éxito" como al "fracaso o pérdida", la aceptación de la situación nos aportará nuevamente paz y serenidad, herramientas éstas que nos permitirán recuperar el equilibrio vital perdido, superando aquello de que se trate, aprendiendo del "duelo vivido" y así encarar la vida fortalecidos y con una nueva mirada...

     La aceptación va muy ligada a la adaptación, por tanto, en nuestra vida, fluyamos como el agua, capaz de adaptarse a cualquier recoveco del terreno. Se dice que el agua se adapta a cualquier envase, procuremos adaptarnos nosotros a las diferentes situaciones de nuestra vida, aceptando lo que venga y aprendiendo de ello.

¿SENDERO TRADICIONAL... U OTROS...?

      En todas las culturas y sociedades existe un "sendero tradicional de vida", que si se sigue, dota de cierta "seguridad" a la persona en su desarrollo y crecimiento social y personal.

     Esto no quiere decir que el mismo esté exento de esfuerzo, todo lo contrario, normalmente te indica que con mucho esfuerzo y sacrificio, siguiendo las "pautas sociales" podrás llegar a desarrollar todo tu potencial.

     Es un sendero ordenado, limpio, que si eres capaz de seguirlo probablemente lograrás, a su debido tiempo, lo que pretendas, si aquello que sea se encuentra en el sendero (una buena posición social, un buen desarrollo personal y profesional, y porque no, éxito, etc.).

      

    Luego habrá personas que, aun queriendo transitar el sendero tradicional de vida, no sean capaces de avanzar por el mismo, situándose en sus márgenes, sintiéndose desmotivados y desubicados socialmente, difícil situación ésta para aquellos que la padecen, que si bien pueden demandar ayudas dentro del sendero tradicional en aquellos puntos con que este sendero cuenta (ayuda social, personal, psicológica, etc.), no siempre logran reiniciar la marcha o lo hacen muy lentamente, teniendo que luchar contra la angustia, ansiedad, estrés, prácticamente a diario.

     Más, a otras personas, el sendero tradicional de vida directamente no les atrae, no les gusta, voluntariamente en un momento de sus vidas se apartarán de él para continuar su marcha por "senderos alternativos", "más peligrosos e inexplorados", menos limpios y seguros, pero que para ellas son mucho más cautivadores e ilusionantes.

     De las personas que se atreven a iniciar estos caminos o senderos alternativos y a transitarlos con energía y fortaleza, algunos logran recorrerlos en su totalidad, descubriendo cosas que de otro modo sería improbable. Son personas que marcan la diferencia, "genios" que contribuyen al avance de la sociedad en la que viven de una manera exponencial.

     Sin embargo, por estos senderos alternativos al no estar "explorados", hay muchas personas que se aventuran a seguirlos y acaban "fracasando", dejando sus "sueños rotos" por estos senderos angostos.

     

     Ahora bien, éstos últimos siempre podrán intentar reconducir su vida retomando el sendero tradicional de vida y valorando todo lo que éste les puede reportar. Otros en cambio, quedarán atrapados en el sendero alternativo que iniciaron, y si no logran salir de él tendrán muchísimas dificultades para reintegrarse socialmente y la marginalidad pasará a ser una realidad en sus vidas.

     Difícil elección, cada sendero tiene sus tramos buenos y sus tramos malos, ahora te toca a ti evaluar los pros y contras de cada uno y decidir en función de aquello que te atraiga más y para el que creas que potencialmente estas mejor preparado.

¡ PONTE EN MARCHA, más ¿Por qué sendero?... !