Fortaleza, perseverancia y determinación

Fortaleza, perseverancia y determinación
Mis referentes en el mundo animal. Cada uno domina su medio, sus cualidades distintivas: "La Fortaleza", "La Perseverancia" y "La Determinación".

viernes, 25 de junio de 2021

LA ESCRITURA COMO TERAPIA

      Para comenzar deciros que, la palabra terapia la utilizo en esta entrada atendiendo a su significado de: "Tratamiento destinado a solucionar problemas"; lo que significa que para mí la escritura es un medio de ayuda, pues me aporta calma, paz y sosiego.

     
     Dicho esto, ahondamos en materia, os explico: hay un refrán o dicho popular que dice, "Agua que no has de beber, déjala correr", dicho de un modo práctico, que en la vida no seas egoísta y acaparador, de lo que se te ofrece o se presenta ante ti, tan sólo coge lo necesario, no acumules, no te lo quedes todo, de este modo aquello de lo que se trate llegará a más seres, se repartirá mejor. "Compartir como virtud".
 
     Del mismo modo, otro dicho popular mantiene que "Un problema compartido es menos problema", esto es que cuando tienes un problema, si lo compartes con alguien de confianza, te servirá de desahogo y por tanto, en cierto modo te aliviará, haciéndote sentir mejor.

     Aquí podemos situar el origen de las diversas y variadas terapias que pueden existir. Muchas personas se sirven por ejemplo del Sacramento de la Confesión ante un Sacerdote (Terapia del perdón), otras visitan al Psicólogo para pedir ayuda cuando se sienten sobrepasadas por el estrés u otros problemas personales (Terapia Psicológica). Hay también terapias de naturaleza, con animales, de meditación, etc.

     Lo importante es el hecho de que todas las personas buscamos lo mismo: sentirnos bien, mejorar nuestra calidad de vida, pero no a nivel material sino más bien a nivel mental, emocional y espiritual; buscamos paz, tranquilidad y serenidad en estos tiempos complejos que vivimos.

     Como decía al principio, la base de toda terapia es compartir, poner en común, esa es la virtud que nos libera de la pesada carga que nos ocasionan los problemas que podamos ir arrastrando en soledad.

     Pues bien, mi terapia es la escritura, el poder ser capaz de dotar de sentido a todos los pensamientos que pasan por mi cabeza en determinados momentos y plasmarlos sobre el papel, con orden, coherencia y sentido, esto me libera de los mismos y me relaja, mi mente se aquieta y se siente bien, y yo con ella.
 

     Y es que, en ocasiones mi mente entra en erupción como un volcán y es en estos momentos cuando tengo necesidad de escribir, de crear ríos de tinta para liberarme.

     Este blog lo creé fruto de esta necesidad que sentía de encauzar mis pensamientos, y aquí sigo con él. Como un volcán, hay momentos de mayor actividad como cuando entra en erupción, otros momentos más calmados, de actividad relativa, y concluyo ya diciéndoos que si alguna vez dejo de publicar simplemente será porque una de dos: o no tendré nada que decir, esto será bueno pues mi mente habrá alcanzado un nivel de serenidad y equilibrio elevados, y debido a ello no necesitaré servirme de la terapia de la escritura. O simplemente habré muerto, ¡lo que sin duda sería más grave!.

 

miércoles, 9 de junio de 2021

ACOMPAÑANDO A LA "LOCURA"

 

     La "locura", como enfermedad mental y término que engloba a todas aquellas enfermedades con origen en la mente, cada una con sus diferentes patologías, tratamientos, sus síntomas específicos y la complejidad para su comprensión por parte de la sociedad general, no hace sino generar una serie de problemas añadidos en las personas que las padecen. Pues aparte de tener que aprender a convivir con su dolencia, en muchas ocasiones se encuentran con el sufrimiento añadido de la incomprensión por parte de sus seres queridos, familiares y amigos, así como sus dificultades para en muchas ocasiones poder llevar una vida "normal", fruto de la falta de integración social y la marginación.

     La delgada línea que separa la "locura" de la "normalidad social" en muchas ocasiones se difumina, pues todas las personas, en mayor o menor medida, sufrimos momentos de vaivenes emocionales, con diferente nivel de gravedad. Digamos que la sociedad "acepta" diferentes "grados de locura" y a otros los excluye y margina.

     Por ello, como miembros cada uno de nosotros de la sociedad en que vivimos, no estaría de más que hiciésemos el esfuerzo de, llegado el momento de interactuar con una persona que sufra una enfermedad mental, primero pensemos en lo más importante, que no es otra cosa que tomar conciencia de que nos encontramos ante un ser humano como nosotros y, a partir de ahí, aún cuando no seamos capaces de entender su comportamiento o la enfermedad que padece, procuremos no juzgarlo sino más bien acompañarlo, estar ahí para cuando nos necesite, tan solo estar y no abandonar. Que en lugar de restar importancia a su dolencia simplemente nos mostremos dispuestos a escuchar sus lamentos, pues éstos son reales para la persona que los padece.


      "No comprendo lo que sientes y lo que te sucede, 

pero aquí estoy para ayudarte en lo que pueda".

     Y es que, para todos los seres humanos,  

¡qué bueno es el poder contar con una mano amiga!.


     Al hilo de esta reflexión hay otro tema no menos importante, que es el de quienes se ocupan de "cuidar" a estas personas, pues debido a la sobrecarga emocional que en muchas ocasiones soportan, también necesitan "atención" y aquí está el dilema: ¿Quién se ocupa de ellos?, ¿de escucharlos, apoyarlos y con ello rebajar la carga emocional y psicológica a la que están sometidos?.

     Tema difícil y controvertido, sin duda con una única conclusión: 

¡TODOS NECESITAMOS AYUDA!