¡Hola de nuevo!, ya estoy de vuelta para contaros a todos, de la mejor manera posible, como ha sido mi experiencia y vivencias durante la PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Mucho se ha escrito y se escribirá sobre el CAMINO DE SANTIAGO, yo simplemente voy a mostraros mis reflexiones sobre el mismo, comenzando por afirmar que no es fácil expresar por escrito el torbellino de emociones y sentimientos experimentados durante cada día que ha durado esta aventura, pues transmitir sensaciones y sentimientos es una tarea compleja, sobre todo para que "atrapen y lleguen" al lector.
Pues bien, he peregrinado con un grupo de 42 personas a las que el primer día no conocía de nada, por lo que el primer reto al que me enfrente fue al de la integración con el resto de compañeros, cosa que creo realice de forma satisfactoria, poco a poco los fui conociendo, empatizando con ellos, entendiendo sus dudas y preocupaciones vitales.
El segundo reto fue afrontar el desgaste, tanto físico como psíquico que durante las caminatas uno padece, creo que nunca estamos preparados del todo para una prueba de estas características (caminar 200 Km en 10 días). Paso a paso avanzamos, los kilómetros pasaban y concluíamos etapas, que no os engañen, no es sencillo, pues el cansancio aparece así como las ampollas en los pies. El sufrimiento es grande, pero en los momentos de mayor debilidad compruebas lo bueno de ir en grupo, pues nos animamos unos a otros y juntos vamos superando obstáculos. Como algún compañero dijo durante la peregrinación:
"Sólo se camina más deprisa, pero en grupo se llega más lejos"
El tercer reto destacable para mí, y en cierto modo lo más impactante, fue sin duda "la dicotomía o contradicción" que se originaba, a veces simultáneamente, entre el dolor-sufrimiento y la alegría-diversión, ya que la mochila pesa, los pies duelen, pero un compañero te comenta algo, o cuenta una historia graciosa y te ríes, y en ese momento no quieres estar en otro lugar:
Sufres-ríes-sientes, estás vivo y eres consciente
Decir que los paisajes son de una belleza extraordinaria, cruzamos ríos de agua cristalina entre bosques de eucaliptos y helechos, por sendas que se convierten en desfiladeros o túneles debido a la exuberancia de la vegetación, los cantos de los pájaros nos acompañaban durante la mañana, vacas pastando tranquilas en los verdes pastos gallegos nos observaban a nuestro paso y varios días vimos amanecer en el horizonte.
Al realizar la peregrinación con un grupo religioso (La Diócesis de Ciudad Real), a lo largo del día teníamos varios momentos de oración. Antes de salir a caminar cada mañana hacíamos la "Oración del Peregrino" y por las tardes tocaba Dinámica de Grupo y Misa.
Esta parte del "camino" ha contribuido a fortalecer y desarrollar mi crecimiento espiritual. Resaltar que tanto las dinámicas de grupo como las Misas fueron conducidas de una manera muy amena y didáctica por parte de los Sacerdotes que nos acompañaban, ¡GRACIAS!.
Y es que, durante las dinámicas de grupo los sentimientos de todos nosotros estaban a flor de piel, la sensibilidad era elevada y emocionarse y llorar era bastante habitual al empatizar con otros compañeros, con vivencias duras y vidas complicadas y difíciles.
Durante el tiempo libre también disponíamos de momentos para divertirnos un poco y refrescarnos con una cervecita fresquita y comentar cómo había sido la caminata para cada uno de nosotros, así como bromear, contar chistes, en definitiva, disfrutar del descanso y celebrar que un día más habíamos logrado el objetivo de acercarnos otro poquito a Santiago de Compostela.
Momento intensísimo y brutal fue la llegada a la plaza del Obradoiro y contemplar la fachada de la Catedral en todo su esplendor, y lo hicimos caminado todos juntos, como cada día lo habíamos hecho, pero esta vez llegamos cantando, lo celebramos todos a una, abrazándonos y llorando por la emoción y los sentimientos que en ese momento nos embargaban, y es que ese reto tan lejano al inicio de la peregrinación, lo habíamos superado, ¡OBJETIVO CONSEGUIDO!.
El Camino de Santiago como metáfora de la vida nos dice que aunque el camino es difícil, a veces hay obstáculos y piedras en él, con fe, paso a paso, avanzamos y logramos superarlos.
Así es la vida, no exenta de dificultades, de sufrimiento y dolor, pero también con momentos de alegría y diversión, y si al lado tuyo tienes un "bastón" en el que apoyarte, la misma será más llevadera.
El Camino de Santiago a concluido para mí y mis compañeros, pero ahora iniciamos cada uno de nosotros, un nuevo camino, el de nuestra vida a partir de esta experiencia que creo que a ninguno nos ha dejado indiferentes.
¡GRACIAS A TODOS LOS COMPAÑEROS DE PEREGRINACIÓN
Y A LA ORGANIZACIÓN DE LA MISMA, POR HACER QUE ÉSTA SE CONVIERTA EN UNA AVENTURA Y EXPERIENCIA INOLVIDABLE!
Y ahora, para todos aquellos que queráis tener acceso a todas las entradas que tengo publicadas en este blog, os dejo a continuación la dirección del mismo:
https://reflexionesdejuanramon.blogspot.com/
Y ahora, para todos aquellos que queráis tener acceso a todas las entradas que tengo publicadas en este blog, os dejo a continuación la dirección del mismo:
https://reflexionesdejuanramon.blogspot.com/