- ¿Qué diferencia existe entre el día y la noche? La luz.
- ¿Qué distingue a la claridad de la oscuridad? Sin duda, la existencia o ausencia de luz.
- ¿Con qué relacionamos el bien? Con luz.
- ¿Qué decimos que hay al final del túnel? Luz.
Y es que desde tiempos inmemoriales, la luz para los seres humanos representa algo bueno, positivo, algo a tener en cuenta. Representa esperanza, evolución, éxito, desarrollo, progreso.
También la relacionamos con pureza y limpieza. De una persona con alto desarrollo espiritual, decimos de ella que tiene luz o que está iluminada.
Por todo esto y mucho más dedico esta entrada a la LUZ, en el sentido descrito anteriormente, no estoy hablando de la luz como energía eléctrica, creada por los humanos para su beneficio (para unos más que para otros por cierto).
Hablo de la LUZ natural, la psíquica y la espiritual, luz de vida, de ilusión y confianza, generadora de una energía positiva, unas veces sanadora y otras esperanzadora, como el tránsito que realizamos al morir, cuando afirmamos que "el alma o esencia de esa persona que ha fallecido ya camina hacia la luz, hacia una nueva realidad".
Éste es por tanto mi humilde homenaje a este elemento esencial. Y a todos vosotros os digo:
"Que la luz te guíe en la mañana,
y en la noche el ocaso no te sorprenda,
que tus pasos se encaminen hacia ella
y tu vida iluminada se mantenga"
- Juan Ramón 2021 -