Era apocalíptica, imagina que te encuentras solo o sola en un refugio subterráneo. En la superficie todo ha cambiado, la civilización tal y cómo la conociste ha desaparecido.
En tu refugio tienes agua y comida para varios años, llevas ya seis meses en él y te has acostumbrado, te has creado tus rutinas diarias y así sobrevives. Aunque estás en soledad te sientes una persona afortunada por lo que tienes.
Aún así, cada día te acercas a la puerta de entrada y salida de tu refugio, te paras ante ella y meditas sobre lo que habrá al otro lado, en el exterior: el tiempo que hará, cómo habrá cambiado todo, que te podrías encontrar si te atrevieses a abrir esa puerta y salir al exterior.
Al final cada día igual, acabas retrocediendo y regresando al interior de tu refugio, a tu seguridad y "a tus cosas".
Pasan los días, semanas, meses y tan sólo tienes dos opciones, continuar con tu vida en el interior del refugio, o decidirte a dar el paso, ese paso que has meditado tantos días, de preparar una mochila con alimentos y algo de ropa y atreverte a salir del refugio, primero a explorar los alrededores, y si todo va bien, ¿quién sabe?, quizás abandonarlo para siempre y emprender un viaje hacia un destino incierto, pero estimulante.
Medita y reflexiona sobre esta dicotomía que te propongo y responde para tu interior con sinceridad a la pregunta ¿Tú qué harías?.
Eso sí, no respondas a la ligera, pues no se trata de una película con final feliz, se trata de la vida, de tu vida, de decidir si permanecer en el "puerto seguro" de tu refugio, sea éste el que sea, o por el contrario, aventurarte hacia un nuevo "viaje", que supondrá un cambio de vida con sus riesgos y padecimientos, así como sus alegrías.
¡¡¡ FELIZ SEMANA !!!