LA ESCALERA

 

     Piensa en una escalera, con sus peldaños o escalones, esos que has de subir o bajar dependiendo de donde te encuentres situado y lo que necesites hacer.

     Ahora, en esa escalera: ¿Dónde situarías el momento de tu nacimiento?, ¿Arriba?, ¿Abajo?; ¿Y a la muerte?, ¿Quizás en la base?, ¿O tal vez en la cumbre?.

     Visualiza también tu momento presente y respóndete: ¿En qué momento de mi vida estoy?, ¿Cómo me encuentro?, ¿En qué peldaño de la escalera te situarías?.

     Todas estas preguntas son sin duda mucho más interesantes de lo que en principio pudieran parecer, pues tienen relación con nuestro ser primigenio, con nuestra esencia, y ponen el foco en nosotros mismos y nuestra situación personal más íntima.

     Por regla general, en la actualidad vivimos muy "deprisa", la competitividad lo domina todo y vivimos hacia fuera, hacia la sociedad, descuidando nuestro verdadero yo. Nos cuesta pararnos a reflexionar, más bien nos dejamos "llevar" por la sociedad del éxito y el consumo mal entendidos.

     Volviendo a la escalera, ¿Cómo se representa en ella a una persona exitosa?, sin lugar a dudas subiendo los peldaños, ascendiendo, y es a esto a lo que me refiero cuando hablo del éxito mal entendido, ahí está el error, pues tú puedes por ejemplo ser una persona de éxito social o profesional y sin embargo sentirte frustrado en lo personal.

     El éxito bien entendido debería representarse en la escalera tanto subiendo como bajando esos escalones, pues lo importante es la actitud y cómo te sientes cuando subes o bajas un peldaño más, pues hay veces en las que subir un peldaño te puede causar estrés, presión y desasosiego, mientras que bajarlo te puede dotar de calma y tranquilidad.

     Un ejemplo para finalizar, el éxito de un alpinista no está en llegar a la cumbre sin más, sino en llegar a la cumbre y ser capaz de descender de la montaña para poder celebrarlo.

      La vida nos traerá escaleras, unas las tendremos que subir y otras tendremos que bajarlas, lo importante de cada una será nuestra actitud ante la escalera que tengamos delante y cómo ésta nos haga sentir.