Todos en alguna ocasión hemos escuchado las críticas o "cotilleos" vertidos sobre otra persona por parte de "La vieja del visillo", e incluso alguna vez es posible que hayamos sido nosotros, incluso sin ser muy conscientes de ello, la propia "vieja del visillo".
Y es que, ¡qué fácil es para las personas solucionar los problemas de los demás!
Desde fuera todo se ve sencillo y los "consejos" le llueven al afectado, o lo que es peor, la crítica y el "cotilleo" a sus espaldas.
Sin embargo, hay que ver cómo cambia el cuento cuando el que tiene el problema es uno mismo, entonces ya la solución no es tan sencilla, y es que el que tiene el problema cuenta con todas las variables, con toda la información sobre sí mismo, con sus circunstancias particulares que sólo él conoce y en no pocas ocasiones se convierten en factor determinante que afecta e intervienen en el mismo.
La "vieja del visillo" cuenta sólo con parte de la información y desconoce totalmente los factores emocionales y personales que completan el asunto de que se trate, pero aún así, "cotillea y critica", siendo la falta de empatía evidente en estas personas.
Hay un refrán que resume lo aquí expuesto:
"Consejos vendo que para mí no tengo"
Por lo tanto, en nuestras vidas, procuremos que la empatía vertebre nuestras relaciones con los demás y evitemos adoptar el rol de la "vieja del visillo" que ni hace bien ni ayuda.
Hay.... la vieja del visillo...🥸 Claro luego lleva el tío lavara.... Un abrazo.
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