EL VIAJERO: EL DESENLACE

     Tras atravesar el portal interdimensional Néstor se dio cuenta que se encontraba en el mismo lugar, en el Monte Olimpo, pero que algo había cambiado.

     Desde su posición, a medio camino de la cumbre, se observaba una grandiosa civilización a los pies del monte, muy diferente a la suya, digamos que mucho más "avanzada", así mismo observó que había muchos "vehículos voladores" y algunos ascendían hacia la cumbre del monte. 

          ¡Rápidamente!, Néstor corrió a ocultarse tras unas rocas para no ser visto, uno de los vehículos voladores pasó cerca de su posición, él no pudo ver al piloto pero sí el chasis de la aeronave en la que creyó leer una inscripción que decía "Año 3053".

     Asombrado y perturbado por lo que estaba viendo volvió sobre sus pasos hacia la cortina transparente que todavía permanecía allí, y de nuevo atravesó el portal interdimensional, había vuelto al siglo XXI.

     Néstor estaba perplejo por lo que le acababa de suceder, se giró y vio cómo el portal interdimensional se cerraba, o más bien desaparecía ante sus ojos, tan sólo quedaban ahora rocas y la montaña en la que se encontraba.

     Mientras descendía del Monte Olimpo, Néstor iba tomando conciencia de todo lo acontecido, pero su aventura no había finalizado aún, pues conforme iba acercándose a la civilización iba comprobando que no era exactamente igual que cuando emprendió su viaje esa mañana, las calles habían cambiado y los vehículos que se desplazaban por ellas también.

     Con celeridad se aproximó a la primera persona que vio y tan sólo le hizo una pregunta: "Disculpe, ¿Me puede decir en qué año estamos?". La persona lo miró extrañado y le respondió, "claro, en el 2053".

      Néstor no daba crédito a lo que estaba escuchando, inició su viaje en al año 2023 y para él no había transcurrido ni un día, "¿Cómo era posible eso?", se preguntaba.

     Cuando se calmó y pudo ordenar sus pensamientos se dio cuenta, al atravesar el portal interdimensional había viajado al futuro, permaneció allí durante treinta minutos pero al regresar esos treinta minutos se habían convertido en treinta años aquí.

     ¿Qué iba a hacer ahora?, su familia, sus amigos y conocidos, si vivían, todos tendrían treinta años más y él estaba igual que cuando emprendió ese viaje, continuaba teniendo 35 años.

     Por hoy ya había tenido suficiente, Néstor decidió retirarse a descansar, se dirigió a un hotel de la localidad y para su tranquilidad comprobó que el euro continuaba siendo la moneda oficial en curso en ese año 2053.

     Se instaló en su habitación, se duchó, cenó y se acostó, mañana decidiría que hacer a continuación.