Desde su llegada a este mundo, Alfonso ya se hizo notar, con su mirada despierta inmediatamente penetró en el corazón de sus padres, pues éstos observaron que irradiaba una energía positiva y amorosa de la que quedaron prendados.
Pero Alfonso nunca lo tuvo fácil, de pequeñito sus padres se dieron cuenta que era un niño especial, con una salud un tanto quebradiza las visitas a hospitales se sucedieron y se suceden. Aún así, el amor de sus padres y la fortaleza del propio niño van consiguiendo superar estos inconvenientes.
Llegado a la adolescencia, Alfonso se sentía diferente a los niños de su edad y no se sentía cómodo ni en el Colegio ni en el Instituto. Esta sensación y sus vivencias forjaron su personalidad, convirtiéndolo en una persona cuidadosa, un tanto introvertida, diligente y emotiva.
En sus ratos de ocio descubrió un mundo nuevo en la lectura, su gran pasión, y comenzó a "devorar" libros de temática variada, lo que contribuyó a enriquecer su vocabulario y a hacerlo madurar de una manera precoz.
Hoy, con 18 años, Alfonso se ha convertido en una persona noble y lista, se siente cómodo ayudando a los demás. Cuando te relacionas con él notas al instante su gran madurez y su profunda visión positiva de la vida. Al estar a su lado descubres su gran potencial motivacional, es magnético y su fortaleza espiritual muy poderosa.
Alfonso es un ser de luz, y cuando desarrolle todo su potencial podrá ayudar a mucha gente, sus padres pueden estar orgullosos, pues personas como él son las que mejoran este mundo.
NOTA: Siendo Alfonso un personaje de ficción, su historia está inspirada en hechos reales.
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