"El hombre es un lobo para el hombre"
- Thomas Hobbes, filósofo inglés -
¿Cuál es el máximo depredador para el hombre? El propio hombre.
¿Y para la Naturaleza? Igualmente el hombre.
Bien sea por ambición exagerada, por ganas de poder o simplemente por necesidad de dominar y someter a sus semejantes, hay determinados "seres" (por llamarlos de alguna manera) a los que no les importará nada a la hora de lograr sus "objetivos o ambiciones personales", capaces de aplastar a quienes se interpongan en su camino con una brutalidad sin límites, incluso poniendo en peligro a toda la Humanidad.
Y lo más peligroso se da cuando estas "personas" logran alcanzar puestos de influencia, como las Jefaturas o Presidencias de los Estados y gobiernos de sus respectivos países, que es cuando su poder de dominación, control y acción adquieren su máxima expresión.
Lo peor, que cada vez son más las "personas" con este perfil que llegan a ocupar esos cargos o puestos, llamados de "responsabilidad y gobierno" y para los que la palabra negociación deja de tener sentido en el momento que no satisface sus peticiones y pretensiones.
Toda nuestra Historia está salpicada de guerras, exterminios, invasiones y destrucción, y parece que esto no vaya a cambiar nunca, salvo que lleguemos al punto de la autodestrucción total, o bien a que sea la propia Naturaleza la que nos acabe por exterminar.
Que lo que digo es pesimista, puede ser, más también creo que, por desgracia, es una realidad.
Tiempos convulsos los que vivimos y un futuro incierto para las generaciones futuras es el que se vislumbra en el horizonte.