Hay momentos en los que la cotidianidad nos absorbe por completo, un día sí y otro también nuestra agenda personal nos impide que nos paremos a reflexionar, yo diría que vivimos deprisa pero vivimos poco, muchas de las cosas que hacemos las realizamos de manera rutinaria, sin valorar en su justa medida aquello de que se trate.
Sean tareas o bien relaciones todo tiene un valor mucho mayor del que por regla general nosotros le concedemos, pues nuestra agitada vida, a veces tan mecánica y automática nos impide apreciarlo.
Es por esto que hoy escribo desde la calma que me da el poder ralentizar mi marcha y reflexionar sobre las señales que la vida nos envía, y en concreto en aquellas positivas que nos auguran que algo bueno va a pasar, señales que anuncian el inicio de un círculo virtuoso en tu vida.
Esto sucede mayormente si bienes de atravesar un periodo de incertidumbre en el que te has encontrado sobrepasado por momentos con problemas en tu día a día.
Es en estos momentos cuando estas señales positivas aparecen y te indican un cambio de tendencia. Por eso es bueno pararse y reflexionar, y si notas este cambio de tendencia valóralo, aprécialo y toma conciencia de que en tu vida un cambio a mejor se está iniciando y va a ser duradero.