El Castillo llevaba años deshabitado, entre sus muros la historia se agolpaba, la fortaleza medieval había aguantado muy bien el paso de los siglos.
Los entresijos de la política, del poder y dominación sobre su territorio han trascendido hasta nuestros días.
Viejas historias de batallas medievales, así como de los periodos de hambrunas y opresión por parte del señor feudal sobre sus vasallos continúan latentes, a la par que también han surgido fábulas heroicas sobre caballeros luchando contra gigantes y otros seres mitológicos.
El Castillo imponente, sobre la colina que domina la llanura que se abre a sus pies, se ve hermoso y robusto, testigo de otra época y sociedad, un vestigio del pasado que atrae nuestra mirada.
Más desde hace años corre el rumor de que está encantado, por ello nadie se atreve a acercarse.
Se dice que en las noches sin luna hay quienes han escuchado el sonido de arrastrar cadenas, así como unos rugidos y lamentos inquietantes que se atribuyen a una bestia del inframundo que quedó atrapada entres sus muros en la antigüedad.
Nadie se acerca, "¡si las piedras hablaran!", gritan los vecinos.
Fábula o realidad, ¿Quién sabe?
A la entrada del pueblo hay un anuncio que reza:
"Se necesita héroe o heroína del siglo XXI capaz de liberar el Castillo".
¿Quién se atreve a intentarlo?
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