Vida..., ¡qué palabra más bella!, y que amplio su significado, sobre todo por lo que concierne a la experimentación de tantas emociones, así como sentimientos encontrados, a veces contradictorios, y es que no somos simplemente seres vivos caminantes ubicados en nuestro hábitat específico, sino mucho más que eso, somos seres pensantes, y sí, nuestra mente dirige e influye en nuestra manera de desenvolvernos durante toda nuestra Vida.
Vida..., palabra mágica de una complejidad extraordinaria, pues durante la misma cada uno de nosotros, condicionados por nuestras circunstancias y experiencias personales, atravesamos diferentes momentos, unos de dicha y felicidad y otros de frustración, tristeza y melancolía.
Y es que, esta palabra tan positiva, experimentada plenamente se convierte en una aventura muy intensa, en ocasiones difícil y complicada, pues quién no ha atravesado situaciones y momentos de "bajón anímico", de "pesadumbre" y "depresión". A veces que difícil es vivir, que complicado, y es en estos momentos en los que hemos de ser capaces de "sobrevivir", de superar las dificultades, con paciencia y procurando mantener la calma.
Para ello no hemos de olvidar traer a nuestra mente pensamientos positivos, no perdamos la perspectiva y tengamos claro que "todo pasa", y por supuesto "lo malo también pasa". Ante todo y sobre todo, hemos de procurar no hundirnos, no caer en el desánimo absoluto, en la oscuridad total; evitemos esto pensando que en algún momento nuestra situación mejorará y las cosas comenzarán a irnos mejor.
Por muy lejana que nos parezca, siempre hemos de procurar mantener nuestro foco en la luz, confiando que ésta vendrá hacia nosotros, en algún momento, y que seremos capaces de remontar la situación de pesadumbre que nos embarga, sabiendo que la alegría volverá a nuestras vidas a regalarnos momentos de felicidad.
La Vida es así, como una montaña rusa, con sus subidas y bajadas, sus alegrías y dificultades; y nosotros, conocedores de esto hemos de hacer nuestro el lema "rendirse jamás", siempre avanzando y luchando para mejorar y así, conseguir disfrutar de la misma con intensidad y energía, aprendiendo y fortaleciéndonos con cada paso que damos, sabiendo que después de la tormenta siempre llega la calma y la luz del sol brillará de nuevo en nuestras vidas.
¡ NUNCA TE RINDAS !