Hay varias acepciones para el término Resiliencia, a saber:
1.- Capacidad para reponerse de las situaciones adversas y recuperarse emocionalmente.
2.- Tipo diferencial de personalidad, denominada personalidad resiliente.
Hecha esta matización, yo voy a centrarme en la segunda acepción; esto es, en las características distintivas para desarrollar una personalidad resiliente, pues el comportamiento resiliente se puede aprender, con trabajo y esfuerzo, como todo en la vida, pero los frutos cosechados si se consigue desarrollar una personalidad resiliente habrán merecido la pena.
Así mismo, esta segunda acepción si se alcanza englobaría a la primera, es mucho más completa.
Pues bien, dicho lo anterior os traslado las características principales de la personalidad resiliente, son estas:
- La autoestima estable y positiva.- para adaptarse y superar los acontecimientos traumáticos de la vida.
- La capacidad de introspección.- que el individuo sea consciente de sus aptitudes y actitudes.
- La independencia.- ser capaz de establecer límites entre la propia persona y la sociedad.
- La capacidad de establecer relaciones sociales saludables.
- La asertividad.- que les lleva a conocer y hacer valer sus derechos ante los demás.
- La iniciativa.- para querer probar nuevos retos en la vida.
- La creatividad.- para realizar nuevas obras y proyectos.
- El humor.- extraer la parte positiva de todos los acontecimientos de la vida.
- La ética.- para transmitir a los demás la situación de bienestar que viven.
- La capacidad de crítica.- para analizar las causas y consecuencias de su comportamiento.
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