Imagina que eres inmortal, nunca morirás, siempre estarás igual, nunca enfermarás. Gozarás de buena salud y por más años que pasen tu aspecto será siempre el mismo.
¡Qué bonito!, sentirse siempre fuerte y sano, ¿No es apetecible?, ¿Dónde hay que firmar?.
Más, piensa un poco más allá de ti mismo, reflexiona cómo sería el mundo a tu alrededor, si sólo tú y unos pocos "elegidos" gozáis de este estado. Al principio puede que sea bonito, lo disfrutarás, más pronto comenzarás a darte cuenta que a pesar de tu "situación privilegiada", estarás rodeado de enfermedad y muerte. Sentirás el paso del tiempo no en ti, pero si en todo aquello que te rodea.
Las personas a las que quieres irán creciendo, envejeciendo y falleciendo. Y tú siempre igual de fuerte y sano, así generación tras generación, conociendo gente nueva, viéndoles crecer y despidiéndolos uno tras otro, ¡Cuán grande será la tristeza!. ¿Firmarías ahora, una vez has reflexionado sobre todo esto?.
Y, en el supuesto de que todos fuésemos inmortales, todos fuertes y sanos, ¿Cómo sería el mundo?, ¿Nacería gente nueva pero nadie moriría?, y si esto fuera así, ¿Qué ocurriría con la superpoblación del planeta?. ¿Firmarías en este supuesto?.
Tentadora palabra la inmortalidad, más cuidado con lo que deseas. No hemos de frivolizar sobre este tipo de cuestiones, antes bien, reflexionemos sobre los pros y contras de ello y una vez hayamos realizado un análisis sosegado de la situación, tal vez la respuesta a si firmaríamos para ser inmortales sea que NO.
¡ AHÍ LO DEJO !
