"El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la Tierra (...)
Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia"
- De la carta del Apóstol Santiago -
Las lluvias de la Primavera pasaron, el sol comienza a asomar con fuerza anunciando la proximidad del verano con su luz resplandeciente que anima el espíritu de todo ser vivo.
La naturaleza vive su época de máximo esplendor y los humanos nos contagiamos de la belleza y alegría del ambiente, nos sentimos más despiertos y positivos.
Disfrutemos de esta etapa con ilusión y alegría minimizando, en la medida de lo posible, todo aquello que perturbe nuestra calma.
Enfoquémonos en nuestras tribulaciones con la mente más abierta para afrontar las vicisitudes de la vida, la luz nos acompaña y la calidez del clima nos proporciona una dosis extra de fortaleza que hemos de aprovechar.
La cosecha será abundante para aquellos que bien sembraron, seamos pues agricultores de nuestra vida, labrándola con esperanza cada día para cosechar abundantes gracias y dones que nos reconforten y nos animen a continuar avanzando en el presente para alcanzar el futuro. Un presente y un futuro de estabilidad y parabienes.
Como todo agricultor, alguna mala cosecha podemos tener y en ese caso, al igual que los agricultores no se rinden, perseveran y vuelven a preparar la tierra de nuevo para volverla a sembrar, nosotros de igual modo, perseveremos con la siembra de nuevos proyectos y sueños para de esa manera, recuperarnos de la mala cosecha anterior y volver a ilusionarnos, recuperando el brillo de nuestros ojos y la alegría de vivir.
Nuestra vida es el campo, nosotros el agricultor, hagamos que el campo florezca y de buenos frutos, con dedicación, perseverancia y corazón.
Que bien explicado 👏🏻👏🏻
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