En la última entrada de este tema, os voy a hablar de otra corriente filosófica clásica muy importante, denominada "Estoicismo", cuyo fundador fue Zenón de Citio (333-261 a.C.) y su máxima: "la virtud consiste en vivir acorde a la naturaleza propia del hombre, que es razonar correctamente". Pero voy a centrarme no en el fundador sino en uno de los máximos exponentes de esta corriente filosófica, Epícteto, y finalizaré con unas conclusiones sobre todo lo expuesto en este trabajo.
EPÍCTETO Y LA FUERZA DE LA RAZÓN [ESTOICISMO]
Nació alrededor del año 55 d. C. en Hierápolis, la actual Pamukale, en el Suroeste de Turquía, y falleció, al parecer, en el año 125 d. C. en Nicópolis, una ciudad de la Antigua Grecia.
En Nicópolis fundó su escuela dedicándose permanentemente a la enseñanza de los principios estoicos.
Epícteto nos recuerda que el valor y la voluntad forman parte esencial de nuestra naturaleza. Decía: "Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones sobre las cosas...".
Postulados estoicos:
1º.- Lo único que realmente depende de mí es el "albedrío", es decir, el manejo íntimo que yo haga de mis juicios, interpretaciones, decisiones y deseos.
2º.- Lo que no depende de mí, como la fama, el dinero, la aprobación, los bienes materiales, la juventud o la muerte, no puedo gobernarlo a mi antojo.
Visto lo anterior, esperar o desear lo que no depende de uno es poner la felicidad en peligro, pero si sólo deseas lo que depende de ti tendrás el control de la situación. En relación con la vida cotidiana Epícteto dice: "No pretendas que los sucesos ocurran como tú quieres; acepta los sucesos como suceden y vivirás sereno". Aunque parece sencillo, esto no es nada fácil, pues depende de la forma en que manejemos nuestra mente (lo que depende de uno).
De lo anterior se deriva otra de las premisas de Epícteto: "El autocontrol del cuerpo" y, especialmente, de la mente. "Soporta y abstente", lo que guía esta máxima es la búsqueda de la moderación. Para Epícteto, este aguante es en sí mismo placentero; poseer el control sobre el propio "yo" es motivo de felicidad.
CONCLUSIÓN
El ser humano, durante su vida, suele tener un objetivo claro: "Ser Feliz", aunque bien es verdad, que lograr el estado de "Felicidad" deseado no es ni muchísimo menos fácil. Algunos mantienen que "La Felicidad" es un término un tanto utópico y que lo que se consigue durante la vida son determinados momentos, más o menos intensos y puntuales, de Bienestar.
Pues bien, con este trabajo, he pretendido hacer una selección de lo que considero "lo mejor" de cada una de las escuelas clásicas de Filosofía: "Socrática", "Epicúrea", "Cínica" y "Estoica", y de los principios que los máximos representantes de cada una defendían en relación al tema que nos ocupa "La búsqueda de la Felicidad".
Tengamos presente que, aunque muestran teorías diferentes, éstas no son incompatibles, ya que una persona puede, por ejemplo, ante un determinado problema adoptar una postura "estoica" y ante otro problema una "cínica": "Distintos problemas, distintas soluciones". Lo importante es conocerlas todas y aprovechar lo mejor de cada una, lo que hará que el enriquecimiento personal sea mayor.
Estos grandes pensadores sentaron unas bases firmes para que alcancemos el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, ¡ESO ES LA FELICIDAD!.
Finalizo ahora con un gráfico, creado por el escritor, filósofo y humanísta español Miguel Ángel Padilla, que explica muy bien lo que es la Filosofía. Confío que os guste tanto como a mí.