DESCUBRE TU DESTINO. PARTE PRIMERA

     

La vida no escucha tu lógica. Tú tienes que escuchar a la vida

Solo tú puedes descubrir tu destino si eres un buscador, esto es; si eres una persona que busca la felicidad, la paz interior y una vida llena de sentido profundo.

     En las dos siguientes entradas voy a hablaros del contenido tan "valioso" que se esconde en el libro de Robin Sharma titulado "Descubre tu destino...". Un libro fantástico para la reflexión y meditación personal.

     

     Aunque no es agradable, no olvides nunca que no hay nada que te ayude a aprender, a crecer y a evolucionar más rápidamente que el dolor y la adversidad. Y la aparición de un nuevo contratiempo significa que debemos cambiar y abandonar lo viejo, el puerto seguro de lo conocido y caminar hacia lo desconocido, pues allí es donde existe "lo nuevo" y, lo nuevo es el único lugar del mundo donde encontrarás posibilidad; así que, "no temas lo desconocido, porque es donde reside tu grandeza".

     La mayoría de las personas pasamos los mejores años de nuestras vidas en el lugar de lo conocido. Nos falta valor y nos da miedo separarnos de la multitud. Queremos integrarnos y tememos sobresalir. Vestimos como los demás, pensamos como los demás, aunque ello nos haga sentir que no hacemos lo que deberíamos hacer. El miedo es el factor número uno que hace que las personas vivamos una vida pequeña, falsa.

    

Al cambiar tú, cambia tu forma de ver el mundo. Tú vida irá mucho mejor una vez empieces a escucharla. Deja que te lleve en lugar de tratar de nadar a contracorriente. Perdónate a ti mismo y sigue avanzando. El pasado es una tumba y no tiene sentido pasarte la vida viviendo en una tumba. La libertad vive al otro lado de tus temores, arriesgarse es provocar temor, pero arriesgarse es estar vivo al máximo.

Recuerda que vemos el mundo no como es sino como somos nosotros.

     No tiene nada de malo ganar dinero y poseer cosas, pero no seas prisionero de ellas. Se dueño de ellas, pero no dejes que se adueñen de ti. Concéntrate en hacer las cosas bien. Dedícate a los demás todo lo que puedas para que sus vidas sean mejores. Sé verdaderamente excepcional en todos los aspectos de tu vida profesional y personal. Dedica tiempo a conocerte a ti mismo. Conoce lo que verdaderamente hace que te sientas feliz. Conoce tus temores y cómo llegaste a hacerlos tuyos, pues sólo cuando llegues a conocer quién eres podrás reivindicar tu destino cuando se te acerque. 

     Con demasiada frecuencia la mente hace que sigamos siendo pequeños, por su parte, el corazón y las emociones son los libertadores. Nos impulsan a tratar de alcanzar la grandeza. Crean entusiasmo y pasión e invitan a nuestro yo más grande a entrar en acción.

     Hemos de tener claro que parte del propósito de la vida es sencillamente aprender a aceptar que todo es un misterio. La vida nunca saldrá como cada uno de nosotros espera. Una vez seamos conscientes de esto, podremos empezar a relajarnos y a disfrutar de la aventura que todo ello representa.

     Finalizo esta entrada con una frase que cada uno de nosotros podemos utilizarla a modo de mantra: "No estoy en esta tierra por casualidad. Estoy aquí por una razón y esta razón es crecer y convertirme en una montaña y no encogerme hasta quedar reducido a un granito de arena".

Continuará...