A lo largo de nuestra vida nos relacionamos con infinidad de personas (amigos, compañeros de trabajo, familia, vecinos, etc.).
Algunas de estas relaciones son, en cierto modo "impuestas" (compañeros de trabajo, familia), es decir, que nosotros no elegimos a estas personas, como por ejemplo si hacemos con los amigos. Pero lo que si podemos elegir es la forma en la que nos relacionamos con ellas, más cercana o más distante.
Y es que, en las relaciones interpersonales debemos tener muy en cuenta la forma de ser de cada ser humano y las sensaciones que cada uno de nosotros experimentamos al relacionarnos con otra persona, pues unas veces sentimos un fluir muy positivo de energía, lo que nos hace estar muy a gusto en nuestra interacción con ella, pero otras por contra, nos hace que sintamos negatividad, esto es: unas relaciones nos enriquecen y animan y otras notamos que nos debilitan anímicamente.
Pues bien, nuestra posibilidad de elegir radica en que seamos capaces de "apartar", en la medida de lo posible, a estas personas negativas, pesimistas, que siempre nos traen frustración y negatividad a nuestra vida; y ser capaces a su vez de atraer, o dicho de otra manera, afianzar nuestras relaciones con aquellas personas que nos ayudan a mejorar, que nos aportan alegría y positividad. Por poner un ejemplo, no es lo mismo la persona con la que durante una conversación puedes debatir sobre un tema de manera constructiva, viendo las partes positivas y negativas del asunto, a hacerlo con una que ve todo absolutamente negativo, como "si no hubiese salida" a la situación.
Para finalizar, quiero matizar que un tema diferente es que una persona (amigo, conocido, familiar) se te acerque a contarte un problema personal suyo, para pedir nuestra opinión sobre el mismo y desahogarse. Pues en este caso recomendaré siempre que la escuchemos, practicando la escucha activa, la empatía, a saber: escucharla intentando ponernos en su lugar, pues aunque no podamos aportarle una solución a su problema, de este modo al menos podemos lograr que se tranquilice y, tal vez, desde la calma, pueda vislumbrar la solución que anhela.
Y ahora, apartad la negatividad de vuestro lado
y comenzad a atraer positividad.
Si todavía disponéis de unos minutos, os dejo el enlace a un vídeo de Fangoria, del cual os pediría que más que centrar vuestra atención en lo visual (las imágenes), lo hagáis en la letra de la canción, pues viene muy a propósito con el tema tratado en esta entrada y considero que es un cierre muy apropiado y animado para la misma. Hasta pronto!!!.
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