Me siento para escribir a la mesa de lo incierto, no sé que saldrá de mi pues preparado no me encuentro.
A veces la inspiración está escondida muy dentro y para hacerla salir hay que buscarla en silencio.
Medito, rebusco y pienso: ¡Cuán difícil escribir sin tener un tema cierto!.
Desorientado navego y la duda es mi velero, que a veces va a la deriva siempre en busca de un buen viento que me permita escribir, que me ilumine en mi empeño.
Pues la creatividad es un tesoro al que muchos no quieren verlo, no valorando con ello el trabajo y el esfuerzo que supone el expresar, con palabras, sentimientos.
Y la escritura es un medio apasionante y bonito de acercar a nuestro corazón las emociones del tiempo, los sentimientos quebrados y las alegrías de lo bello.
¿Porqué os escribo sobre este tema? Pues porque los conocimientos de antaño y del presente inmediato los transmitimos con fuerza los humanos por medio de la palabra escrita. Y es que la escritura es el vehículo por medio del cual las sociedades avanzan, de ahí que quiera dedicar este homenaje desde el escritorio de lo incierto, tanto a la creatividad como a la palabra escrita.
Y paso ya a despedirme confiando sin más, que este texto surgido de una inspiración "buscada" os lleve a reflexionar que en la vida, en ocasiones, las actividades que a priori pudieran parecer sencillas de realizar resultan siendo ciertamente complejas y que no hemos de olvidar que el trabajo y el esfuerzo van de la mano de todo lo que los seres humanos somos capaces de crear.