EXTINCIÓN

      En un futuro no muy lejano, ante la imparable evolución del cambio climático y su impacto en las temperaturas y en los fenómenos meteorológicos extremos, los humanos nos enfrentaremos sin lugar a dudas a un duro proceso de adaptación, durante el cual nuestra forma de vida actual se verá modificada de una manera cuando menos preocupante. 

     Las grandes migraciones aumentarán hacia las zonas más templadas que se vayan originando, produciéndose un contraste entre pequeñas zonas poblacionalmente masificadas frente a otras grandes superficies desertificadas y despobladas.

     Este proceso de adaptación traerá sufrimiento a varias generaciones y el cambio social que originará puede que sea lento y dramático.

     La falta progresiva de los recursos naturales, incluida el agua potable puede provocar una crisis humanitaria sin precedentes.

     La hipótesis de que nuestros días como especie en este planeta están contados va cobrando fuerza, el declive será duro y la supervivencia un reto, la calidad de vida se reducirá, los enfrentamientos entre los seres humanos se incrementarán en la lucha por los pocos recursos disponibles.

         La visión catastrofista que os muestro aquí quizás sea fruto de que la estoy meditando y escribiendo en plena ola de calor, con temperaturas diurnas por encima de los 40 grados centígrados, tal vez esto me esté afectando, aunque todos los indicadores señalan que caminamos hacia nuestra extinción.

     Tan solo deseo que este futuro próximo que aquí os he expuesto no sea tan próximo.

     ¡ La extinción se producirá, pero todavía no !