Hoy os traslado un nuevo texto de la serie "ESCRITOS CRISTIANOS". Creaciones que en los últimos años he ido haciendo para diversas revistas del mundo cofrade, continúo con la segunda que creé, ésta vez para anunciar la Semana Santa del año 2025, es ésta:
SEMANA SANTA
Próxima la Semana Santa, vivámosla con fe para que cobre sentido y nos abrace a cada uno de nosotros en nuestras tribulaciones, dándonos consuelo a unos y otorgándole agradecimiento otros.
Y me pregunto ¿qué es la fe?, pues el apóstol San Pablo enseñó que "la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).
Para San Pablo, la fe significaba una aceptación sincera de la salvación mediante la expiación en Cristo.
Nuestra humilde Hermandad tiene precisamente su razón de ser en el Santísimo Cristo de la Expiación, cuyo rostro lucirá glorioso en nuestro estandarte, recientemente restaurado al efecto.
Este año en la procesión del miércoles Santo, todo aquél que mire el estandarte comprenderá lo que digo, la fuerza y expresividad que nuestro Cristo de la Expiación muestra en su rostro, reflejo de la aceptación de su destino para salvarnos, y por lo tanto, esperanza para todos en nuestras vidas.
Pero vayamos más allá, pues ese rostro desborda Caridad, pero no de la material y económica, sino una Caridad inmaterial hacia todos nosotros por medio del Amor al prójimo.
Apliquemos nosotros esa Caridad inmaterial con nuestros semejantes, pequeños detalles como un abrazo sincero, un gesto, palabras de aliento, de comprensión y apoyo pueden resultar cruciales para quién las recibe, así como igualmente gratificantes para aquél que las pone en práctica de manera espontánea, desinteresada y desde el corazón.
La Semana Santa llega, y cada uno de nosotros vivimos nuestra propia pasión, con nuestras dudas y temores, nuestros miedos y lamentos ante la adversidad, y es entonces, en los momentos complicados cuando más necesario es tener fe, fe en Jesús, que siempre nos acompaña y nos consuela.
Busquemos a Jesús en nuestra vida, en la sonrisa de un niño, en esa persona que siempre está ahí para nosotros, ya sea un miembro de nuestra familia, un amigo, un vecino o conocido. Fijémonos en los pequeños detalles del día a día, pues él nos envía señales y nos ayuda a continuar avanzando, a no desfallecer.
Ojalá seamos capaces de superar todos los obstáculos que se nos presenten, y si, ahora en Semana Santa, resucitemos todos con Cristo a una nueva vida de esperanza, alegría y amor.
Santísimo Cristo de la Expiación, faro ante la adversidad y la oscuridad de la vida, protégenos.
Así mismo, os emplazo a todos también a que le hagáis un hueco en vuestros pensamientos a San Jerónimo, pues este santo y doctor de la iglesia es invocado para obtener sabiduría (que tanta falta hace), claridad en el estudio de la palabra de Dios (muy necesaria) y fortaleza en momentos de duda o confusión (imprescindible).
Y como decía Santa Teresa de Jesús: "no olvides las infinitas posibilidades que nacen de la fe".
Finalizo ya estas palabras escritas, que bien pueden ser meditaciones o reflexiones dirigidas a toda persona que las quiera recibir, para mí ha sido un honor dedicar tiempo a esta bonita tarea.

