Fortaleza, perseverancia y determinación

Fortaleza, perseverancia y determinación
Mis referentes en el mundo animal. Cada uno domina su medio, sus cualidades distintivas: "La Fortaleza", "La Perseverancia" y "La Determinación".

domingo, 26 de febrero de 2017

LA VIDA: lucha constante, guerra incesante. PARTE PRIMERA

     Desde el momento en que nacemos, incluso antes, desde que somos engendrados, nuestra vida bien puede ser comparada, sin ánimo a equivocarnos, con un estado continuo de "GUERRA", con una lucha constante por la supervivencia.

     En cualquier guerra, una de las características principales es la existencia de dos bandos enfrentados.
     A lo largo de una guerra se suceden o libran una serie de batallas que, unas veces gana un bando y otras el otro hasta que se llega al desenlace final, que es la victoria de un rival sobre el otro, bien por medio de la rendición de éste último o por su total aniquilación. Pues bien, el ser humano, por su naturaleza finita, desde el momento en que es engendrado, comienza su particular "guerra", cuyos bandos van a ser, por un lado su "vida", y por el otro "la muerte".

       En nuestro caminar por la vida, como en cualquier "guerra", pasamos por periodos de "batallas" o "luchas", por ejemplo frente a enfermedades, accidentes o preocupaciones en general, estando la mayoría de las veces detrás de estas "batallas" la sombra de "la muerte". Y, como en cualquier guerra, también atravesamos momentos de "alto el fuego", de "paz relativa", de "tregua", pero siempre siendo conscientes que en cualquier momento puede iniciarse otra "batalla", otro enfrentamiento contra nuestra enemiga "la muerte".

     En esta comparación que estoy realizando, si hay una diferencia fundamental entre "la guerra común o convencional" y "la guerra entre la vida y la muerte" que libra todo ser humano, ésta es que en la guerra común o convencional nunca puede saberse, a ciencia cierta, que bando será el vencedor final, mientras  que  en  "la  guerra  entre  la  vida  y  la  muerte",  el  ser humano es consciente de que la vencedora final será, siempre, "la muerte".
     Por ello, el mayor afán del ser humano es intentar vencer a "la muerte" en el mayor número de "batallas", esto es, conseguir que "la guerra entre su vida y la muerte" sea lo más larga posible. Ésta última es otra diferencia con la guerra convencional, pues en ésta los contendientes siempre pretenden que la guerra dure lo menos posible.

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2 comentarios:

  1. Si señor. Por eso, cuando aun vivos nos preguntan: "¿qué tal?", muchos de nosotros contestamos: "Luchando". Interesante tema y deseando quedo de otra parte que seguro llegará...

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  2. Deacuerdo totalmente con esta primera parte, pero creo que uno puede elegir su camino de diferente formas para que todas esas batallas que hay que librar se conviertan en épocas de paz y sosiego.
    Muy bien amigo

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