En el diccionario de la lengua española, una de las definiciones sobre la confianza es la siguiente:
- Esperanza firme que se tiene de alguien o de algo.
Por ejemplo: cuando decimos "confío en esta persona, sé que no me traicionará ni me defraudará".
Se trata por tanto de una presunción que uno tiene sobre la conducta futura de otro.
Para la Sociología y Psicología Social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo actuará de manera adecuada ante una determinada situación y esta confianza se verá más o menos reforzada en función del comportamiento y las acciones de esta persona o grupo ante dicha situación.
Visto lo anterior y centrándonos en las relaciones interpersonales os tengo que decir que observando la evolución de las distintas sociedades hacia la industrialización y el capitalismo, este concepto está sufriendo progresivamente cierto declive, a saber por ejemplo, cuando en el pasado dos personas cerraban un acuerdo con un apretón de manos, ese apretón era símbolo de la confianza en la palabra dada por el otro, mientras que actualmente para cerrar un acuerdo no basta el apretón de manos, eso ha quedado como una rémora simbólica, lo que importa es que ese acuerdo este reflejado en un contrato escrito y que éste sea vinculante para ambas partes y firmado por ellas, con infinidad de cláusulas y digámoslo así, letra pequeña (aquí podemos decir que la confianza es "inexistente").
Sin embargo y a pesar de estas situaciones por todos conocidas, yo me postulo como defensor de este término y su profundo significado, sobre todo en lo que concierne a las relaciones afectivas, bien sean de amistad, familiares, o bien sentimentales. Pues en este tipo de relaciones yo diría que la confianza es uno de los mejores valores a cultivar, ya que si ésta es alta el vínculo entre las personas que la compartan será muy fuerte, y este vínculo fuerte aporta, no lo dudéis, seguridad y felicidad.
Por contra, si la confianza se rompe entre dos personas esto genera dolor y sufrimiento, así como cierto sentimiento de vulnerabilidad. Uno se siente decepcionado con la otra persona y, en algunas ocasiones "traicionado".
Hay que decir que no es fácil (sobre todo como he dicho al principio) en la sociedad actual, confiar en los demás, pues esta acción supone una cesión de tu individualismo, confiar supone en cierto modo "abrirse" a los demás y "depender" de ellos y que ellos dependan a su vez de ti. Se trata de un vínculo recíproco, no lo olvidemos.
Pero una confianza correspondida y sincera nos aportará sensaciones muy agradables y gratificantes, un bienestar y tranquilidad abrumadores y esto es bueno.
Por todo lo expuesto, hagamos de la confianza nuestro "estado permanente", o al menos intentémoslo, para que de este modo, la serenidad se incremente en nuestras vidas.
¡¡¡ Un saludo a tod@s, confío en vosotr@s !!!
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Tan difícil de conseguir y frágil a la vez.
ResponderEliminarCreo que en la actualidad en el mundo empresarial ese conecto ya no existe pues todos quieren proteger lo conseguido y la desconfianza como has comentado anteriormente con clausulas,letra pequeña,etc.. es lo predominante y existencial.
En lo personal y relaciones humanas vamos con pies de plomo por que somos desconfiado por naturaleza, pero con tiempo se consigue esa confianza y esa sensación de tranquilidad de poder hablar cual quier cosa, sin que el otro se siente agraviado o sorprendido.
Sola mente decirte, que yo tengo plena confianza en tí....FELICIDADES!!
UN ABRAZO AMIGO.