Escribir, pensar, redactar, componer textos desde la nada. Creación espontánea en un momento de introspección contemplativa, palabras que se suceden dando forma a algo grande, partes de un todo complejo que juntas cobran sentido.
La escritura es eso, crear desde cero, o más bien el volcado de ciertas emociones y sentimientos del escritor sobre el papel, hacer visible lo invisible, lo que está en su mente creativa luchando por salir, por abrirse al mundo de lo tangible y con ello alcanzar la inmortalidad, pues la palabra escrita es así, "inmortal" y por lo tanto sobrevive a su creador.
Para el escritor, una vez que ha concebido su obra y le ha dado forma, le supone cierto grado de satisfacción personal y anímica, así como una gran "liberación mental momentánea", eso sí, tan sólo hasta el momento en que nuevas historias pugnen por salir de su cabeza y de nuevo el ciclo creativo se reinicie, con sus dudas, reflexiones, creación de borradores hasta que la obra final ve la luz, fruto en cierta medida de mentes inquietas e incansables que encuentran en este arte su máxima expresión.
La palabra escrita, escrita está, disponible para toda persona que quiera acercarse a ella, a su lectura y reflexión.
No todas las personas la disfrutan, pero abierta a todas está.
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